April 30, 2024

¿Qué es el aprendizaje en salud? Beneficios, fuentes y propósito

Tomás Tegiacchi Fisioterapeuta, Osteópata y Acupuntor

¿Qué es el aprendizaje en salud?

El aprendizaje en salud es una intervención que se realiza en el ámbito de la salud desde finales de la década de los 70 por el Dr. Green. Este constructo pretende dotar al paciente de conocimientos tanto en los factores que intervienen en la aparición, mantenimiento y resolución de cualquier enfermedad o patología así como del refuerzo de la salud[1].

Para tal fin, se pueden usar cualquier tipo de canales siendo los más convencionales el formato papel (a través de pequeños documentos como libros, hoja de recomendación) y la entrevista (a través del diálogo entre el profesional y el paciente aunque, existe la posibilidad de hacerlo de forma grupal para aumentar la cantidad de gente que puede recibir la información). No es lo mismo, una charla de 30 minutos con un paciente en un entorno privado que una charla de 1 hora en un anfiteatro con cientos de pacientes y familiares. Siempre será importante, potenciar el acercamiento y el feedback del paciente.

Más recientemente y de forma exponencial, se ha abierto el canal de redes sociales desde donde hace varios años han aparecido profesionales que transmiten y hacen divulgación a través de ella. Y de ahora en adelante, la inteligencia artificial también será un instrumento para desarrollar esta intervención. Yo todavía soy analógico y estas líneas las escribo yo con la ayuda de mi ordenador[2].

¿Qué nos aporta el aprendizaje?

El aprendizaje permite varias cosas que son muy importantes en el campo de la salud. Se ha visto que en el campo de las enfermedades crónicas su efecto es mayor. Dentro de estas enfermedades encontramos patologías como la lumbalgia, la cervicalgia, la ansiedad, la depresión o la fibromialgia. La parte común de todas ellas es que el tratamiento que podemos ofrecer como profesionales es de forma genérica, muy pobre en cuanto a resultados (tanto en las limitaciones propias de la enfermedad así como de la salud mental y calidad de vida en general).

Los beneficios del aprendizaje son:

  • Reducción de la ansiedad y la depresión: este efecto se debe a varios factores. Por un lado, el paciente se reconforta al saber lo que tiene, lo que le espera y lo que está en su mano para poder revertirlo o al menos llevarlo mucho mejor. Por otro lado, el paciente puede descansar porqué entiende que no es el único al que le pasa dicha enfermedad y que no caerá en un abismo de dudas y de indefensión.

  • Mejora de la comunicación con el profesional: esto permite que el paciente tenga más confianza con el profesional. Esto incrementa el intercambio de información entre paciente y profesional. A modo de experiencia personal, pienso que esta mejora permite varias cosas añadidas. Por un lado, permite que el paciente cuente más cosas sobre su vida personal y pueda añadir más información relevante sobre su enfermedad. Esta información es muy personal y tiene que haber mucha confianza para que el paciente la transmita (como podría ser, abusos de cualquier tipo o problemas económicos). Por otro lado, mejora la adherencia al tratamiento. Esto significa que es más probable que el paciente que se siente más cómodo en consulta, empiece y continúe con el programa de ejercicios que le he planteado como parte del tratamiento. Ambos factores mejoran lo que se conoce como efectos inespecíficos del tratamiento siendo uno de estos efectos, el famoso efecto placebo.

  • Aumenta la autogestión del paciente: esto significa que hace que el paciente se empodere y entienda que el único que se cura o se enferma es él. Esto hace que deje de ser un elemento pasivo y se vuelva activo en todo el proceso. La activación se realiza en muchas áreas de su vida y hace que mejore o resuelva su enfermedad[3].

  • Disminuye el dolor: el conocimiento por parte del paciente de las causas, de los factores que pueden influir y/o de los mecanismos de acción permiten que desciendan los niveles de dolor y mejore la capacidad de funcionar del paciente en todos los ámbitos de su vida. Estas mejoras se han observado en la gran mayoría de patologías crónicas que cursan con dolor[4].

Todo esto permite potenciar la autoeficacia, que es la capacidad de toma de decisiones y actuación por parte del propio paciente hacia una mejora de sus condiciones. Es importante ver la combinación de ambos como una potenciación de la mejora en todos los ámbitos del paciente tanto a corto plazo como a largo. Esta autoeficacia se distingue en 6 áreas distintas y las voy a nombrar para ilustrar dónde puede ir esta mejora.

Estas 6 áreas de mejora se centrarán en:

  • El manejo del dolor, fatiga, frustración y aislamiento social.

  • La dosis de ejercicio físico para incrementar las variables físicas (fuerza, resistencia y flexibilidad).

  • El uso apropiado de la medicación para evitar los efectos adversos y complicaciones.

  • El aumento de las relaciones sociales cercanas y con los servicios de salud.

  • El correcto patrón alimentario.

  • La evaluación de nuevas terapias[5].

¿Qué fuentes son las apropiadas?

El estado actual de la comunicación tiene algunos puntos fuertes y otros más débiles que van a depender de cómo se use. Esto es como todo. Existen muchas fuentes de información como blogs, posts o reels de instagram… El hecho que se hayan liberado los canales de información no significa que toda la información sea fidedigna y que sea extrapolable a nuestra situación o características específicas.

En este sentido, creo importante puntualizar algunas cosas. Por un lado, existe la información que se basa en los estudios científicos. Este tipo de información se conoce como basada en la evidencia (ya que viene de la medicina basada en la evidencia y del método científico). Esto es una parte de la ciencia que se conoce como experimental. Este tipo de información pretende ser objetiva y reducir al máximo las probabilidades de errores humanos (conocidos como sesgos). Aunque este tipo de información es valiosa no es la única fuente de información válida. El otro tipo de información se conoce como empirismo o es lo mismo la experiencia propia del profesional, al tratar a los pacientes que haya podido visitar en su carrera. Pienso que ambas fuentes de información pueden ser válidas y complementarias, es decir, que una no excluya la otra por más que defendamos una de las dos formas.

Por este motivo, la mayoría de la información que comparto en todas mis publicaciones la extraigo de los estudios científicos. No de cualquier estudio científico. Yo mismo, realizo una selección basada en algunos criterios más específicos. Esto hace que la información que comparto vaya en consonancia con el método científico.

Si quieres esta parte te la puedes saltar porqué puede llegar a ser un poco técnica pero pienso que es necesaria que quede constancia por si quieres mostrarle la información a cualquier profesional. Ahí va, los estudios que utilizo están publicados en revistas indexadas dentro del SJR (Scimago Journal and Country Rank: scimagojr.com). Este índice engloba las revistas más importantes del sector y las clasifica según varios ítems que no hace falta comentar. Existen otros índices pero como he publicado en algunas revistas de este índice y estoy más familiarizado utilizo éste. Estos índices sólo permiten la entrada de revistas que cumplan requisitos que intenten mantener lo más pura posible, la información que se publica. Uno de los requisitos, es la revisión por pares o peer review. Esto es que las revistas tienen que revisar al menos dos personas una vez, cada artículo que se va a publicar haciendo que cualquier error o incongruencia se modifique[6].

Por otro lado, también utilizo parte de mi experiencia en los casi 20 años de experiencia como profesional. Esta experiencia tiene como base el método científico aunque siempre aprendes cosas que no están en las revistas, ni en los libros y que he decidido no desechar. Siempre que aparece esta parte de la experiencia (o ciencia empírica), lo hago saber y siempre lo hago con la intención de sumar al conocimiento previo. Como he dicho anteriormente, lo cortés no quita lo valiente.

Aquí pienso que es importante hacer un comentario que puede extrapolarse a algunas fuentes, sobre todo de redes sociales. La parte de información que va de mi experiencia se basa en la recopilación de datos (es decir, experiencia al tratar pacientes) en decenas de casos. Esto significa que cuando trato un tema y pongo una coletilla mía es en base a lo que he experimentado en muchos casos. Cuando la experiencia que tenga en ninguno, uno, dos y hasta pocas decenas, no lo pondré como coletilla ya que considero que no es experiencia suficiente. Cuando la información se basa en tan pocos casos o la experiencia propia, el riesgo de sesgo (error humano) es muy alto. En ciencias de la salud, uno o pocos casos no son significativos.

Esto significa que si yo hago los ejercicios del pino puente tomando zumo de limón y pierdo 5 kilos en 1 semana no lo compartiré con nadie puesto que mi caso es algo excepcional o fuera de bromas, si mi hermano falleció haciendo quimioterapia por una leucemia no puedo decir que la quimioterapia mata a la gente y no funciona.

¿Cuál es el propósito del aprendizaje en salud?

Una vez llegados aquí, el propósito está claro: aumentar la consciencia y el conocimiento de los pacientes tanto si están metidos en una patología de forma directa o indirecta a través de su círculo social más cercano o bien si la idea es trabajar en la prevención de la patología o maximizar su salud.

Además, sabemos que cuando el paciente forma parte activa de todo el proceso y ya no solo eso, sino que es él el que toma las decisiones el impacto es mayor. El paciente debe tomar la decisión de forma libre según el conocimiento de que disponga y según sus creencias. Eso es libertad de elección. Pero para ello, hay que informar. Por eso y para dar un mejor servicio a los pacientes que veo diariamente en mi consulta como apoyo, iré publicando información que pienso que es relevante y que puede ayudar a mis pacientes y al resto. Como complemento, me permite que el paciente venga un poco más informado y con conocimiento a la consulta, agilizando todo el proceso tanto de mi parte como de la suya. Así todos ganamos.

Ya casi acabando, sabemos que es algo muy barato y que tiene un beneficio social y económico enorme por lo que es importante de hacerlo servir[7].

Y ya para finalizar, aprovecho para presentar este proyecto donde una de las propuestas es la promoción y divulgación de la salud a través del tratamiento y la prevención enfocado en las patologías crónicas, que es lo que más suelo ver en consulta y en donde veo que como profesionales tenemos más dificultades a la hora de abordar. Dentro de estas patologías, quisiera abordar las que tienen que ver con la sensibilización central (como la fibromialgia, el dolor crónico o la fatiga crónica), el aparato locomotor (como la lumbalgia, la cervicalgia o la epicondilitis) o el sistema nervioso (como la ansiedad, la depresión o el dolor de cabeza).

Bibliografía

  • [1] Soga M, Gaston KJ, Yamaura Y. Gardening is beneficial for health: A meta-analysis. Prev Med Reports 2017;5:92–9. doi:10.1016/j.pmedr.2016.11.007.

  • [2] Sallam M. ChatGPT Utility in healthcare education, research, and practice: systematic review on the promising perspectives and valid concerns. Healthcare 2023;11:887.

  • [3] Park MJ, Green J, Jung HS, Park YS. Trajectories of change after a health-education program in Japan: Decay of impact in anxiety, depression, and patient-physician communication. PeerJ 2019;2019:1–20. doi:10.7717/peerj.7229.

  • [4] Barbari V, Storari L, Ciuro A, Testa M. Effectiveness of communicative and educative strategies in chronic low back pain patients: A systematic review. Patient Educ Couns 2020;103:908–29. doi:10.1016/j.pec.2019.11.031.

  • [5] Bandura A. Applying Theory for Human Betterment. Perspect Psychol Sci 2019;14:12–5. doi:10.1177/1745691618815165.

  • [6] Sackett DL. Evidence-based medicine. Semin Perinatol 1997;21:3–5. doi:10.1016/S0146-0005(97)80013-4.

  • [7] Ahn S, Basu R, Smith ML, Jiang L, Lorig K, Whitelaw N, et al. The impact of chronic disease self-management programs: healthcare savings through a community-based intervention. BMC Public Health 2013;13:1141.